Eau de Magnolia

Eau de Toilette (floral, amaderado). La flor de Magnolia tiene una composición química totalmente única, que la acerca más a los cítricos que a los perfumes florales. Para aumentar esta frescura irrepetible de la Magnolia, Carlos Benaïm la combina con notas cítricas.

Como sucede a menudo, la génesis de Eau de Magnolia comenzó en una conversación entre Frédéric Malle y Carlos Benaïm acerca de la idea de un nuevo perfume de verano. Cuando se encuentra trabajando en la colección del hogar, Carlos Benaïm descubre que la magnolia tiene una composición química totalmente única, de hecho su análisis muestra que está más cerca del agua de colonia que de un perfume rosado o de flores blancas. El olor de la magnolia combina notas cítricas, un toque de albaricoque y una sensación de pétalos frescos en una harmonía delicada. Este equilibrio fascinante les hace pensar que esta flor podría ser el punto de partida ideal para crear un nuevo perfume de verano. Su primer objetivo consistió en sublimar el resplandor natural de la flor. Para acentuar su lado cristalino añaden una dosis masiva de bergamota, limón y pomelo. 

Sin embargo, lo más difícil fue imaginar un fondo que le pudiese dar a esta flor chispeante, profundidad y "sex appeal" sin traicionar su personalidad sutil. Inspirados en dos perfumes legendarios; Eau Sauvage y Eau de Roche de Nicholas Mamounas -ámbos combinan las notas cítricas con un corazón floral luminoso sobre un fondo de madera y musgo de árbol- deciden entonces utilizar las grandes cualidades del pachulí y vetiver de Haití asi como otras notas amaderadas para fusionar la flor de magnolia con la piel. Sobre un fondo de madera, la flor de la magnolia revela tonalidades contrastadas, como una acuarela que representa un paisaje en verano. Depurada, como el trazo de un gran artista, Eau de Magnolia seduce por su exactitud y precisión.