Scusami

No olvides pedir perdón... Perseguidos por el remordimiento, en la furia del destino.
Y la ira crece.
Heridas inesperadas marcan el silencio, Violencia y niebla.
Nadie quiere hablar.
Ignorancia.
La inhumanidad de la vida nos lleva a ser insensibles, a no conocer la humildad,
no reconocer las faltas,
marchitarse.

Para adormecer el dolor.

Pero sólo ese dolor vivido y lleno de señales,
cicatrizando y esculpiendo la memoria,
sólo los rasguños provocados por la angustia como para pedir perdón moldean la elección.
Y llorar por un coraje que mueve los colores del cambio, regalando flores sufridas.
Y aliento sobre los pétalos.

Perdóname.