Violet nace de una amistad improbable en la École Supérieure du parfum . Tres personalidades muy diferentes; Anthony Toulemonde, Victorien Sirot y Paul Richardot, comparten características similares. Apasionados, valientes y sobre todo muy despreocupados, fantasean con tener su propia marca de perfumes. Con esta voluntad disparatada, buscan una forma de expresión libre dando un lugar principal a la creatividad. Pero para tener éxito, era obvio que tenían que ganar experiencia, liberarse de las creaciones actuales y reformular y reinventar los clásicos de la perfumería, refinando sus apetitos y aspiraciones
Terminando sus estudios, el interés por las fragancias vintage y la perfumería del sXX, les llevaron hacia la perfumería Queen Bee. La investigación les llevo a esta marca centenaria, intrigados y seducidos por su historia y por sus muchos secretos, el paso lógico era restaurar Violet, conquistando así su sueño empresarial.
Guiados por su forma personal de entender la perfumería, Violet ha modernizado los esquemas clásicos reinventando el género neoclásico y desempolvando una perfumería que siempre estará de atualidad. Violet demuestra que la perfumería vintage era el modernismo que le faltaba a la industria. Por esta razón, no han comprometido la calidad de las materias primas y trabajan con actores locales con un conocimiento infinito.
En un mundo que se acelera continuamente, Violet presiona pausa y se toma su tiempo para preservar este saber hacer y esta fuente inagotable de inspiración que es la naturaleza. Por ello, son comprometidos y participan en las causas que les guardan en el corazón y mantienen viva esta industria.
Porque en un mundo que corre hacia el futuro sin mirar atrás, convencidos de que el pasado puede ser una fuente de inspiración sublime. Y el perfume es y seguirá siendo un puente entre el ayer y el mañana.
Porque después de todo, incluso con grandes ambiciones, Violet permanecerá a escala humana.
